15 de diciembre de 2011

Poesía


3ª finalista del concurso Antoniorrobles de Poesía 2011.

(Poesía completa, ya puse una parte en una entrada anterior)

La vida es como un vaivén de personas,
como una emoción continua
de sentimientos y realidades.
La vida es como un vinilo que no suena,
que se raya dependiendo
de cuanto lo utilices.
El saber disfrutar del momento
y la calma,
el sonreír a pesar de querer huir
y de las heridas que muestra
día tras día tu alma.
Por tener cientos de espinas
clavadas en nuestro pasado,
y recordar que es mejor olvidar
a esperar el ser olvidado.
Por miedo a tropezar
con los mismo ojos
que se fundieron hace tiempo
con tu mirada,
y los mismos que trajeron
el olor a fracaso
entre las sábanas cada mañana.
Por haber conseguido
leer sus pupilas,
y también haber comprendido
que en un futuro
aquello de nada serviría.
Y, yo me pregunto...
¿qué es la vida,
sin ti, sin mí
o sin lo nuestro?
¿qué es la vida,
sin emociones, poesía
o sentimientos?
¿qué es todo por lo que vivimos?
¿por qué soñamos
o por quién morimos?
sin virtudes, sin problemas
o sin defectos…
¿Qué es la vida,
a parte de felicidad
y sufrimiento?

Sloa.

5 de noviembre de 2011

I'm not it you see


En esta vida me resultan difíciles demasiadas cosas, como por ejemplo empezar este texto… No sabes el aire que me cuesta escribirte una frases bien pensadas. Fobia a sus recuerdos. También me resulta difícil pensar que realmente piensas que me conoces. No soy lo que ves. Aún te queda mucho por aprender, créeme… ¡Oh, vamos! Ojalá me conociera yo misma y así contarte todos mis puntos débiles. Tengo cosas que esconder. Ya sé que te haces una idea de cómo soy por el hecho de escuchar mis canciones y prestarle atención a mis palabras, pero te estás confundiendo. Miradas cómplices. Algo difícil para mí es escuchar mi canción favorita y compaginarla con el brillo de tus ojos… Dime, ¿tú a qué le prestarías más atención? Contéstame, sabré si estás mintiendo. Y… ¿has caminado alguna vez mirando al suelo con los cascos al máximo e intentando encontrar frases que se asemejen a tu estado de ánimo? Sí, seguro que sí… Pero, ¿has caminado mirándolo decepcionada de ti misma? Con los ojos a punto de estallar, ya sabes a lo que me refiero. Nostalgia entre caladas, entre tragos. Llorarías si entendieras todo lo que escribo o si vieras como me llegué a sentir en ciertos momentos de mi vida. Miedo a que vuelva. Suerte que mis ojos ya no necesitan tu sonrisa para seguir adelante. Cambio de página.


Sloa.©

16 de octubre de 2011

Demasiado profundo


Me gustaría saber que también piensa en mí al acostarse. Me encantaría saber que todo esto no es así, pero la última vez que me columpié intentando saberlo me hundí en un abismo oscuro y profundo…
demasiado profundo. Las ventanas golpean y las bisagras chirrían al compás de los latidos. A estas horas la luz artificial está de más y el amor lo encuentro bajo una farola aparentemente encendida. Estoy intentando encontrar el cariño necesario en unos versos y no en sus ojos. Aspirar a que te partan la cara y confesarte a ti misma que es lo que deseas… Patético. Eres patética. Mírate bien al espejo, a veces no te reconozco. Das asco, creo que me atrevería a decir que cada día que pasa das aún más asco que el anterior.

Y aquí una poesía que escribí el otro día...

¿Qué es la vida,
sin tí, sin mí
o sin lo nuestro?
¿Qué es la vida,
sin emociones, poesía
o sentimientos?
¿Qué es todo
por lo que vivimos?
¿Por qué soñamos
o por quién morimos?
Sin virtudes, sin problemas
o sin defectos.
¿Qué es la vida,
a parte de felicidad
y sufrimiento?


Sloa.©

27 de septiembre de 2011

No, no, no...


El ambiente recargado, la luz del flexo iluminando lo necesario. Las cortinas entrelazadas con mis versos, las sábanas aún con el olor de su pelo. Su recuerdo frente a mis ojos y el mundo a mis espaldas. El cenicero a rebosar de cada colilla que tocaron sus labios. La caja de fotografías en lo alto del armario. Las experiencias con su parpadeo y el aprender a reconocer hasta el último lunar de su piel, hasta el diferenciar sus suspiros. Su canción favorita sonando en el tocadiscos, su vestido de Dior colgado de cualquier manera en el respaldo de mi silla y su pintalabios rojo gastado por la mampara. Pero no un rojo cualquiera, no... de esos es muy fácil encontrar uno en cualquier tienda. Me refiero a un rojo específico, a un rojo pasión de película, a un rojo... que incluso su olor me recuerda a la felicidad que habitó durante meses en sus labios.


Sloa.©

18 de septiembre de 2011

Como lo nuestro


Las estrellas a las seis de la mañana. La luz tenue iluminando parte de la habitación. Los destellos naranjas de las farolas colándose por la ventana y apreciándose en la pared. Los sueños sin cumplir. Las intenciones de rozar el cielo chamuscadas como lo nuestro. Sé que ha llorado más de una vez por mi culpa, aunque lo haya negado la mayoría de las veces. Sé que no soy la persona que era antes y que cuesta creer en lo que me he convertido, pero qué te voy a contar a ti que no sepas… a ti, que sabes de la existencia de cada texto o cada párrafo que escribo a cualquier hora. A ti, que has estado en cualquier momento… y sobre todo en algunos que valoro lo suficiente como para recordártelo. A ti, que eres lo que más se parece a mí. Que me miras fijamente si yo te miro fijamente. Que me sonríes si te sonrío… o que sufres cuando sufro.

Sloa.©

12 de septiembre de 2011

Fila 15, butaca 8.


El ruido de aquel grillo que no cesa. La luz de las farolas a través de mi ventana. El cosquilleo en mi cuello por sus yemas, en mi corazón por su sonrisa. Las gotas de lluvia por su pelo, las noches de ilusión por sus comisuras. El tren del primer fin de semana de cada mes, a la hora de siempre. Las medias de rejilla y el pintalabios color rojo pasión. Aquel tango para principiantes que no llegamos a terminar. Esos sueños que no llegamos a cumplir. Las noches de inspiración con el cenicero a rebosar. Los hielos derretidos, el malestar en el ambiente. Su cinturón favorito atado al cabecero de mi cama. Sus sueños en medio de un estadio. Fila 15, butaca 8. Allí donde no llega la luz de los fluorescentes, donde las goteras son el único ritmo que acepta el silencio. Allí donde el reloj adquiere celos y hace pasar las horas más rápido de lo normal sin levantar sospechas. Allí, en sus jaulas con barrotes de libertad condicionada. Allí, en sus ojos.

Sloa.©

11 de septiembre de 2011

Dreaming


Las tardes encerrada en mi cuarto. La nostalgia de los momentos pasados. Los amaneceres malagueños con el mar de fondo. La comida introducida a escondidas en el cine. Las palomitas que tarde o temprano se comprarían. Las carreras en sus medias tras noches de diversión conmigo. La copa de Jack Daniels con Coca Cola cada sábado después de medianoche. El olor de su perfume entre mis sábanas e impregnado en mi gorra. El frescor de su último beso en mi mejilla. El disfrutar del sexo… Perdón, quise decir del saxo, en qué estaría pensando… El humo en el ambiente, el olor a Marlboro en mis dedos… el sabor a Marlboro en su boca. La camiseta que tanto me gusta puesta en su cuerpo… la camiseta que ahora tanto me encanta. Los mensajes de buenas noches a las tantas de la madrugada. Los mensajes de buenos días cada mañana. La marca de cigarrillos que usa… la marca de cigarrillos que ahora uso yo. Su pelo por mi cara, sus manos agarrándome para no soltarme nunca… al menos con intenciones de no hacerlo. La luz tenue y la música jazz al mínimo. Los 90 sonando. Sus ojos en los míos, mis ojos en los suyos. La vista en las estrellas. Los sueños bajo mi edredón. La realidad ahí fuera en cualquier parte.

Sloa.©

28 de agosto de 2011

En el fondo, demasiado.


No se merece nada, no me merezco nada. No, no me merezco nada. Pégame, quiero saber sobre seguro que soy una mierdas. Que las lágrimas no arden ni se sienten de verdad si no hay dolor de por medio. Los ojos sin enfoque automático, en blanco, los recuerdos recopilados a modo de carrete de cámara, de esas cámaras antiguas que sólo son un armatoste más en el fondo del armario. Y sé, que a pesar de las buenas cosas… el tiempo me ha estado apretando el cuello bastante. Ahora es tarde, tarde para pensar en esto, tarde para plantarse frente al espejo y decir: ‘’Eh, estamos aquí’’. Pero sí, efectivamente es tarde, y no voy a luchar por ello, no se lo merece. No, no me lo merezco. Quizás algún día sea capaz de ser lo que me gustaría ser. No descarto la opción de mejorar, de mejorar en todo, de mejorar como persona… de mejorar hasta tal punto de mirarme al espejo y decirme ‘’Tú, tú vales mucho’’. Hasta tal punto de no tenerme asco. Quizás hasta tal punto de que sepa que ya es tarde…

Sloa.©

10 de agosto de 2011

Detalles




Me he dado cuenta de ciertas cosas en este tiempo, y me atrevería a afirmar que los pequeños detalles significan mucho según la persona. Detalles tan insignificantes como que siempre me siento en el lado derecho del coche o como que siempre se escuchan las mismas pistas del CD. Como que en verano anochece antes de las 22:00. Detalles como que las farolas vistas desde fuera de una ciudad están alineadas y colocadas con un orden envidiable. Detalles como el hecho de repetir una y otra vez aquel trozo de canción que te recuerda a ella. Como el saber que voy a fallar pero lo voy a volver a intentar por si acaso. Como el apostar por cosas que sólo tienen importancia para uno mismo, aunque sepas que no puedes hacerlo sobre seguro. Como que la vuelta a casa mirando a las zapas se ha convertido en una rutina agradable. Demasiados detalles ocultos en siluetas, en personas o en objetos... pero sobre todo, el detalle de saber que lo importante no se suele ver a simple vista.

Sloa.©

7 de agosto de 2011

No lo soy.


No me hace falta mirar el reloj para saber por donde están rondando más o menos las agujas. Su sonrisa me hacía ver que el tiempo no daba tregua y que se ponía en nuestra contra cada vez que pasaba algo especial. Algo especial... como si hubiese poco de eso. Puedo contemplar el silencio, sé que me susurra al oído que lo mantenga. Sólo se escuchan las teclas y el ventilador que hace rato que dejo de dar aire frío y se dedica a remover el aire caliente una y otra vez. Tras la ventana puedo ver como la nostalgia se esconde entre la luz de las farolas, la luz tenue que apenas alcanza estas cuatro paredes de talento malgastado. No necesito mucho más para darme cuenta de que la Luna ya no es lo que era, de que yo no soy lo que era.


Sloa.©

4 de agosto de 2011

Nostalgia



Cuántas veces habré pensando en que soy una Genio. Quizás esta obsesión por intentar ser alguien grande esté yendo demasiado lejos, aunque en el fondo sé que con ser grande para los míos me es suficiente. Esta angustia me está matando y para colmo no tengo tabaco. Tengo varias normas personales… la puerta siempre cerrada, que no se escapen las ideas y los sueños. Me he tirado demasiado tiempo pensando en cosas que sí que hacían daño… tiempo en el cuál me he dado cuenta que la nostalgia vale más o vale menos dependiendo de la persona que la pronuncie y la sienta. Y es que el silencio es mi mayor delito, estoy ardiendo por dentro cada noche que aparecen las dudas de si de verdad lo estoy haciendo bien o mal. No sé si me estoy volviendo loca o si ya venía así de fábrica. Ellos no saben de lo que hablan, sólo se limitan a decir las cosas como quieren escucharlas y no como en realidad las sienten. El caso es que me sobran experiencias de nostalgia.

Sloa.©

31 de julio de 2011

Tense moments


Lágrimas de rabia, llorar lágrimas de rabia tiene mérito. Tiene mérito si las derramas por algo que fue tuyo en su momento. Apretar los dientes me está reventando la cabeza. Pero para que engañarnos, adoro estos momentos tensos y extremistas de pensar en todo o no pensar en nada. Si supieras lo que he llegado a hacer y a pensar… pero sé que no me prefieres loca, así que no desvelaré ciertas cosas. Llegué a rezar por cosas las cuales me arrepiento. Porque ninguna persona se merece tanto, ninguna… ni siquiera yo. Pero que le vamos a hacer, hoy es uno de esos momentos en los que se agradecería un cigarro, algo para beber y la tranquilidad de saber que las cosas salen bien. Pero no, no es uno de esos momentos.

Sloa.©

30 de julio de 2011

Madness


A veces daría demasiado por irme lejos de aquí, por alejarme de la rutina y de estos lugares que apestan a recuerdos. La presión me está ganando el pulso y los sentimientos ya no me reaccionan como antes. Aún tengo ese comecome que me hunde cada noche que lo pienso. Y sí, necesito contárselo a alguien, pero cuántas personas se preocupan de verdad por mí lo que yo me preocupo por ellas. Quiero reventarme los pulmones y no acordarme de su nombre al poco rato de haberlo recordado. Oh vamos, me estallaría la cabeza con un buen calibre para escaparme de toda esta mierda que me arrastra a la
locura.

Sloa.©