13 de mayo de 2012

Promesas emocionales


Tus ojos son incluso más perfectos que el mundo que habitamos. Tus ojos son perfectamente redondos, sin embargo el mundo está achatado por los polos. Y es que me choco contra los hielos de mi cubata si no los deshaces antes con la mirada. Tampoco me diferencio tanto de ellos porque yo también me deshago, aunque luego consiga volver a reconstruirme a partir de palabras y promesas emocionales.
Mírame, el reloj me está apretando el cuello y amenaza con dispararme. No le tengo miedo a él, sino a los problemas que trae consigo cada vez que entablamos conversación. Estoy harta de aparentar que la sonrisa está entera, mientras que por la parte de atrás sólo hay rotos y descosidos que si te fijas, no se ven a simple vista.
Sus ojos me están enfocando como si del objetivo de una cámara 'Réflex' se tratasen. Pero ahí estoy yo, para decirme a mí misma que las cosas malas no cambian nunca, pero que tampoco suelen ir a peor.

'Joder Andrea, estás loca' me dijo, y qué razón tenía.


Sloa.