28 de agosto de 2011

En el fondo, demasiado.


No se merece nada, no me merezco nada. No, no me merezco nada. Pégame, quiero saber sobre seguro que soy una mierdas. Que las lágrimas no arden ni se sienten de verdad si no hay dolor de por medio. Los ojos sin enfoque automático, en blanco, los recuerdos recopilados a modo de carrete de cámara, de esas cámaras antiguas que sólo son un armatoste más en el fondo del armario. Y sé, que a pesar de las buenas cosas… el tiempo me ha estado apretando el cuello bastante. Ahora es tarde, tarde para pensar en esto, tarde para plantarse frente al espejo y decir: ‘’Eh, estamos aquí’’. Pero sí, efectivamente es tarde, y no voy a luchar por ello, no se lo merece. No, no me lo merezco. Quizás algún día sea capaz de ser lo que me gustaría ser. No descarto la opción de mejorar, de mejorar en todo, de mejorar como persona… de mejorar hasta tal punto de mirarme al espejo y decirme ‘’Tú, tú vales mucho’’. Hasta tal punto de no tenerme asco. Quizás hasta tal punto de que sepa que ya es tarde…

Sloa.©

No hay comentarios:

Publicar un comentario